Un avión ruso con 14 militares a bordo desapareció de los radares el lunes por la noche sobre el mar Mediterráneo, coincidiendo con un ataque aéreo israelí contra infraestructuras sirias, anunció este martes el ministerio ruso de Defensa.
“El contacto se perdió con la tripulación de un Il-20 sobre el mar Mediterráneo a 35 kilómetros de las costas de Siria, cuando regresaba a la base aérea de Hmeimim”, declaró el ministerio en un comunicado difundida por agencias de prensa rusas.
La situación de los militares “se desconoce” y se lanzó una operación para encontrar el aparato, añadió el ministerio.
Según una fuente de los equipos de rescate, el Il-20, un avión de cuatro motores turbohélice utilizado habitualmente para misiones de vigilancia, desapareció en el mar tras “un incidente crítico imprevisto” en el aire.
El ministerio indicó que el avión ruso desapareció de los radares sobre las 23H00 (20H00 GMT) del lunes durante un ataque de cuatro cazas F-16 israelíes contra infraestructuras sirias en la provincia de Latakia, el bastión tradicional del régimen de Bashar al Asad.
El incidente se produjo horas después de que los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdopgan, llegaran un acuerdo que suspende la anunciada ofensiva del Ejército sirio contra la provincia de Idlib.
Los mandatarios anunciaron que se creara una zona desmilitarizada de hasta 20 kilómetros de ancho que dividirá las posiciones de las tropas gubernamentales sirias y la oposición armada respaldada por Turquía.
Una fuente de seguridad siria anunció que los sistemas de defensa antiaérea del país habían interceptado un ataque con misiles contra la ciudad de Latakia.
La televisión estatal siria difundió imágenes de pequeñas explosiones luminosas en el cielo, y la agencia de prensa oficial Sana habló de una “agresión en Latakia contra el Instituto de Industrias Técnicas” sin precisar el origen del ataque.
Las autoridades sirias no hicieron ningún comentario sobre la desaparición del avión ruso, y un portavoz militar israelí aseguró que su país no hace comentarios sobre informaciones extranjeras.