Por Javier Ubiera
En el Día Mundial Del Autismo recordamos su importancia y hacemos un llamado a la inclusión y el respeto para las personas con autismo en nuestra República Dominicana. Siendo crucial crear conciencia y brindar apoyo a las familias, y su inclusión en el sistema educativo.
A pesar de que la Ley 34-23 de Atención, Inclusión y Protección para las Personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), promulgada en el 2023, que procura la protección de los derechos de las personas con autismo y su inclusión, representa un avance significativo en el reconocimiento de sus necesidades, la realidad cotidiana sigue siendo un desafío para las familias dominicanas.
La falta de implementación efectiva de esta ley revela una desconexión alarmante entre la legislación y la realidad social del país. En teoría, la ley establece derechos fundamentales para los niños y adultos con autismo, como el acceso a la educación inclusiva, servicios de salud adecuados y el apoyo de las instituciones públicas. Sin embargo, en la práctica, muchos padres y organizaciones han denunciado la falta de programas especializados, la capacitación insuficiente de docentes y profesionales de la salud, y la falta de recursos para garantizar que las personas con autismo puedan disfrutar de una vida plena.
El sistema educativo aún no está completamente adaptado para satisfacer las necesidades de los estudiantes con autismo, y muchos niños continúan siendo excluidos o ubicados en ambientes no adecuados para su desarrollo. Por otro lado, los servicios de salud especializados en autismo siguen siendo limitados y no están disponibles en todo el territorio nacional, lo que obliga a las familias a recurrir a opciones privadas costosas y fuera del alcance de la mayoría.
La falta de un compromiso real para poner en práctica la ley no solo refleja una insuficiente inversión en la atención a las personas con autismo, sino también una profunda falta de empatía y respeto por sus derechos. Es urgente que el gobierno y las instituciones responsables asuman con seriedad la implementación de esta legislación, asegurando que las personas con autismo y sus familias reciban el apoyo y la inclusión que merecen.
La verdadera transformación solo será posible cuando las leyes no se queden en papel, sino que se traduzcan en acciones concretas que mejoren la vida de los ciudadanos más vulnerables, y que tengamos la iniciativa de aplicar políticas públicas. El autismo no debe seguir siendo una causa de marginación en República Dominicana; es momento de que se aplique la ley con el compromiso y la seriedad que requiere.
Desde mi perspectiva, me permito plantear propuestas que podrían ser de importancia como políticas públicas para Mejorar la Inclusión de las personas con autismo.
Fortalecimiento de la capacitación docente, e implementación de un programa de pasantías: Es fundamental que el sistema educativo cuente con docentes capacitados para identificar, entender y atender a los estudiantes con autismo.
El gobierno debe implementar programas de formación continua en educación inclusiva para que los profesores de todas las áreas y niveles educativos estén equipados con herramientas pedagógicas y emocionales para trabajar con estudiantes con autismo.
Esta formación debe incluir también la sensibilización sobre los derechos de las personas con autismo, promoviendo una cultura de respeto y empatía en las aulas.
Programa de pasantías de maestros sombras para estudiantes universitarios.
Con este programa, los jóvenes dominicanos estudiantes de psicología tendrán la oportunidad de generar experiencias y recursos, y nuestro sistema educativo tendría maestros sobras o guías para nuestros estudiantes autistas, y así poder recibir correctamente la educación primaria.
Ampliación de la Oferta Educativa Inclusiva: El Estado debe asegurar que las escuelas públicas y privadas estén equipadas con los recursos necesarios para ofrecer una educación inclusiva. Esto incluye la creación de centros de atención especial dentro de las escuelas o la integración de servicios terapéuticos y de apoyo (como psicólogos, terapeutas ocupacionales y logopedas) en las instituciones educativas. Además, es esencial que las escuelas cuenten con materiales didácticos adaptados a las necesidades de los estudiantes con autismo.
Acceso a Servicios de Salud Especializados: La falta de acceso a atención médica especializada es una de las barreras más grandes que enfrentan las familias con personas con autismo. El gobierno debe invertir en la creación de centros de salud especializados en el diagnóstico y tratamiento del autismo en todo el país, especialmente en áreas rurales. Esto debe incluir no solo el diagnóstico temprano, sino también el acceso a terapias y programas de intervención que favorezcan el desarrollo de las personas con autismo.
Incentivos a la Investigación y Desarrollo: Es crucial fomentar la investigación científica y el desarrollo de programas basados en evidencia para el tratamiento y la inclusión de las personas con autismo. El gobierno debe destinar recursos a universidades y centros de investigación para promover estudios sobre el autismo y su impacto social, cultural y económico en la sociedad dominicana, así como el desarrollo de tratamientos innovadores y estrategias educativas efectivas.
Fortalecimiento de Programas de Sensibilización y Concienciación: La falta de comprensión sobre el autismo en la sociedad es una de las principales razones de la exclusión social. Se deben implementar campañas nacionales de sensibilización para educar a la población sobre el autismo, sus características y las necesidades de las personas que lo padecen. Estas campañas deben ser continuas y estar dirigidas a todas las capas de la sociedad, incluyendo a los sectores gubernamentales, las empresas y la comunidad en general.
Fomento de la Inclusión Laboral: A nivel laboral, es importante promover políticas que favorezcan la integración de las personas con autismo en el mercado de trabajo. El gobierno puede crear incentivos fiscales y subsidios para las empresas que contraten a personas con autismo, así como también fomentar la creación de programas de capacitación para que estas personas puedan desarrollarse profesionalmente y acceder a un empleo digno. Además, es necesario que las instituciones públicas y privadas adapten sus espacios laborales para garantizar la inclusión de personas con autismo en el ámbito laboral.
Apoyo a las Familias: Las familias que cuidan a personas con autismo deben recibir apoyo integral. Esto incluye programas de apoyo psicológico, asesoramiento legal, y asistencia económica en los casos más necesitados. Además, se debe garantizar que los cuidadores y las familias reciban capacitación sobre cómo manejar el autismo de manera efectiva, así como también brindarles acceso a redes de apoyo comunitarias que puedan ayudarlas a lidiar con los desafíos diarios.
Monitoreo y Evaluación de la Ley: El gobierno debe establecer un sistema de monitoreo y evaluación de la implementación de la Ley 169-14, con la participación de organizaciones de la sociedad civil, expertos en autismo y las mismas familias. Este sistema debe medir la eficacia de las políticas públicas implementadas, identificar áreas de mejora y asegurar que los recursos sean utilizados de manera eficiente para cumplir con los objetivos de la ley.
La implementación efectiva de políticas públicas inclusivas es fundamental para garantizar los derechos de las personas con autismo en República Dominicana. Estas medidas no solo contribuirían a la mejora de su calidad de vida, sino que también promoverían una sociedad más justa y equitativa.
El desafío está en traducir las leyes y políticas en acciones concretas que realmente cambien la vida de las personas con autismo y de sus familias, ofreciendo las herramientas necesarias para una inclusión plena y respetuosa en todos los aspectos de la vida social, educativa y laboral.