Una rara y para algunos una misteriosa condición la que tiene un hombre de 29 años de edad en India, quien dice sentirse “atrapado” en un “cuerpo de bebé”.
Manpreet Singh, apodado el «hombre diminuto» por sus vecinos en Hisar, al noroeste del país asiático, pesa sólo 11 libras, a pesar de haber nacido en 1995.
Aunque estaba sano al nacer, dejó de crecer después de un año antes de poder empezar a caminar o hablar y ahora necesita que su tío y su tía lo cuiden como a un niño pequeño y lo lleven a todas partes.
Su familia no puede explicar por qué dejó de crecer a una edad tan temprana, mientras que los médicos locales han sugerido que puede tener un desequilibrio hormonal.
Lo que dice la ciencia
Los científicos aseguran que Manpreet podría tener “el síndrome de Laron”, una rara condición genética. Pero aún no ha recibido un diagnóstico y su familia no puede pagar las investigaciones preliminares que costarán más de 6 mil dólares.
Las personas que viven con Laron carecen de una hormona llamada factor de crecimiento similar a la insulina 1, o IGF-1, que estimula el crecimiento y la división de las células para formar nuevas células.
Un tercio de los afectados vive en aldeas remotas de la provincia de Loja, en el sur de Ecuador.
Manpreet tiene una hermana, Jaspreet, que acaba de cumplir 17 años, y un hermano, Mangaldeep. Ambos están desarrollados física y mentalmente.
Su familia lo desprecia
Incapaz de cuidar adecuadamente al niño adulto, su familia lo envió al cuidado de sus tíos en Hisar, a 70 kiometros de la casa de sus padres en Mansa.
Sin embargo, está atrayendo mucha atención por su parecido físico y cognitivo con un niño de un año. Es un gran éxito entre los lugareños y algunos lo consideran “una encarnación de Dios”.
Manpreet tiene las palmas y los pies hinchados y una cara grande con la piel flácida y solo puede decir unas pocas palabras, comunicándose principalmente a través de gestos.
Haz el cierre de esta nota, su tío y la esposa de este lo cuidan como a su propio hijo y dicen que disfrutan de sus travesuras.
Es un niño «feliz»
Karanvir Singh, tío de Manpreet, de 45 años, dijo que: «Manpreet se ríe como un niño pequeño y rara vez se pone triste. Sólo cuando los perros o cualquier otro animal hace algún sonido, él se asusta y llora”.
Agrega el familiar que “es un niño encantador, hace gestos con las manos a los invitados para que se sienten y trata de hacerse amigo de ellos”
Su tía política, Lakhwinder Kaur añadió que: «A Manpreet le encantan los pasteles de leche y come roti (pan aplanado). Le encanta el té de la mañana y solo come uno o dos rotis al día sin hacer travesuras”.
Aunque sólo habla con monosílabos como ma (mamá) y mamá (tío), aprendió a comunicarse mediante gestos, cuentan sus familiares.
La pareja dijo que a Manpreet le gusta imitar a las personas, especialmente a su primo y a su tío cuando ofrecen oraciones antes de conducir.
Buscan recursos para su tratamiento
Sus tíos relatan a la prensa local que lo han enviado de regreso con sus padres varias veces, pero no se quedará con ellos.
“Pero cuando lo envíen de regreso a nosotros, se pone alegre como un niño. Amamos tanto a este pequeño bulto de alegría que la idea de dejarlo ir hace que mi corazón se hunda», dijo la cariñosa tía.
Preocupada por su futuro, la familia ha estado consultando a médicos en ciudades cercanas para buscar la posibilidad de mejorarle la calidad de vida.
“Lo llevamos a algunos médicos, pero su condición no podía mejorar. Hemos aceptado su destino y en cierto modo estamos felices de tenerlo, ya que su alegría ilumina el ambiente», dijo su primo Mandeep.
Los médicos han dicho que necesitan realizar una investigación adecuada de su condición antes de poder hacer un diagnóstico completo.
Karanvir y su hijo trabajan como conductores y apenas ganan lo suficiente para mantener a la familia.
“No tenemos fondos suficientes para llevarlo a un mejor médico u hospital”, confiesa la familia.
“Hacemos un llamado a la amable gente de Internet para que nos ayuden a recaudar fondos para el tratamiento de Manpreet», dijo Karanvir en la entrevista.
