En la funeraria Blandino Columbarios, de la avenída Gregorio Luperón, los presentes expresaron sus condolencias en dos libros que fueron dispuestos en el lugar.
Santo Domingo.- En una ceremonia privada, familiares y amigos cercanos, entre ellos intelectuales, le dieron el último adiós al periodista y ensayista Federico Henríquez Gratereaux, Premio Nacional de Literatura y Premio Nacional de Ensayo, fallecido el miércoles.
En la funeraria Blandino Columbarios, de la avenída Gregorio Luperón, los presentes expresaron sus condolencias en dos libros que fueron dispuestos en el lugar.
Asistieron al velatorio historiadores, filósofos, políticos, catedráticos y otros. Entre los que firmaron los libros de condolencias figuran Diomedes Núñez Polanco, Julio César Castaños Guzmán, Rafael Peralta Romero y Pelegrín Castillo.
Castillo, quien en un aparte, conversó con el equipo de prensa de Listín Diario, definió a don Federico como “un ser excepcional, con una humanidad que hizo unos aportes excepcionales para la comprensión de la dominicanidad”.
El fenecido tenía una formación filosófica, fundamentalmente lingüística y la puso al servicio del país y la dominicanidad, de acuerdo con la ponderación del dirigente de la Fuerza Nacional Progresista.
Uno de los mayores aportes, a su juicio, fue darle continuidad al grupo de intelectuales que trató de interpretar la idea nacional, y casi la mayoría de sus obras que versaron sobre el tema, dan la clave para entender la dominicanidad.
“En realidad se puede celebrar su vida, como una vida muy fructífera que deja un legado excepcional. Un ciclón en una botella es una de sus mejores obras, pero él escribió feria de las ideas y escribió un ensayo, una interpretación de identidad”. Los restos fueron sepultados en el Cementerio Puerta del Cielo.