Por Alfredo Freites
Lo novedoso en el debate por la Ley de Partidos es la inclusión del PRSC en las filas oficialistas. Quique Antún ha pactado con Danilo Medina y pienso que lo hace por su adicción a la reelección.
El acercamiento de Quique también puede ser un gesto de buena voluntad ya que el gobierno impulsa un sector reformista que quiere quitarle la franquicia a Antún para apoyar la reelección de Danilo. Esta movida dice a los reeleccionistas que todos caben en el mismo saco. Como parte de esas gestiones está el diputado Máximo Castro Silverio mezclado en el intento de golpe de estado contra la comisión especial que estudia la Ley de Partidos. Un grupo de diputados peledeístas, un perredeísta y reformista saltaron por encima de las normas para presionar a una reunión ilegal.
El gobierno no desmaya en sus propósitos de que sean los altos organismos de los partidos los que decidan cómo escoger los candidatos a cargos electivos. La semana pasada Danilo desplegó todos sus encantos y el diputado Castro Silverio fue atrapado por las mieles del poder. Como es de los últimos en sumarse se dice que le donaron más de quince millones de galones de miel en papel y una jeepeta para sus viajes al Congreso.
En realidad, esa donación es solo una suposición calumniadora. Ese diputado no se vende por tan poco. Su lealtad al PRSC es a toda prueba, pero coincide casualmente con la intención del gobierno de tener mayoría en la comisión especial que estudia el proyecto. Esto es lo que se llama coincidencia involuntaria.
La contra la tienen el Bloque Opositor, PRM y los diputados leonelistas que favorecen que las bases de los partidos seleccionen los candidatos.
También hay otra perla falsa en el vaivén de la Ley de Partidos. Se trata del desafío de Hipólito a la decisión de su PRM. En realidad, el desacato no es noticia. Mejía tiene sus pensamientos y accionar al lado de Danilo. Con su plantón pretende joder a Luis Abinader y lo reta. El guapo de Gurabo está por encima de la ley y el orden.
Hipólito sabe que no pueden sancionarlo por estar en contra de su partido porque es codueño. El PRM es bicéfalo y una parte dignamente representada por Mejía la tiene Danilo en el bolsillo.
También Quique enganchó su chaqueta sin fines de lucro en la percha reeleccionista.
